Bueno obviamente lo primero que se nos viene a la cabeza para refrescar un vaso de agua o una bebida es poniéndole hielo, efectivamente es la mejor solución pero vamos a darle un toque diferente a esos hielos para que que tengan un gusto nuevo y divertido.

Por ejemplo, yo suelo comprar fresas de temporada y las congelo para épocas que no hay en las fruterías. Solo tienes que lavarlas, cortarle las hojas verdes y secarlas con un papel de cocina, las metes en una bolsa de congelar y ya las tienes preparadas para dar un toque frutal y frío al agua, bebidas o incluso para aderezar un gin tonic.

También puedes hacer cubitos de hielo con hierbabuena, muchas veces se compra un ramillete fresco pero no se utiliza todo, verdad? Pues el otro día investigué como conservarla y el truco es poner varias hojas en la cubitera de hielos y añadirle agua mineral. Así tendrás cubitos de hielo para aromatizar tus bebidas y si la quieres usar para guisar u otro uso, solo tienes que esperar a que se derrita el cubito y la tendrás fresca.
Otra idea que he descubierto gracias a un proyecto de Trnd, en el que me han enviado para probar por primera vez la nueva agua de Solán de Cabras con gas, y la verdad que me ha sorprendido mucho, porque este agua es reconocida por ser de manantial pura pero la nueva versión con gas la hace más refrescante todavía, es el siguiente:
Solan de Cabras nos propone cortar las rodajas de limón y congelarlas directamente, para añadirlas a su nueva agua con gas y hacer un refresco saludable para todos los días.

Este truco no lo sabía pero comprobado, hice unas rodajas de limón, las envolví con papel film o transparente, y de esta forma cumplen con la función del hielo sin desvirtuar la composición del agua o de la bebida, pero aunque congeladas, las rodajas de limón siguen aportando su punto ácido dándole sabor.

